Si durante el verano nos encanta vestir la cama de color, en el invierno los protagonistas de la cama son los tejidos, sus calidades, colores, grosores, texturas…
Los tejidos suaves, con dibujos y estampados naturales en los mismos colores que el fondo se imponen sobre los grandes estampados coloristas y florales típicos del verano.
Las texturas son otro de los puntos fuertes de la ropa de cama durante el invierno. Este es un ejemplo de una colección de cama confeccionada en un único tejido tratado de diferentes formas, creando superposiciones y volúmenes.
Por supuesto los tejidos gruesos y calentitos ganan enteros cuando las temperaturas exteriores bajan. Terciopelos o tejidos de pelo largo se imponen este año como una de las grandes tendencias de decoración.
Fotografías: Laura Ashley