¿Te cuesta dormir por las noches? ¿Eres de los que se mete en la cama y no hace más que dar vueltas? Dormir bien es necesario para la salud física y mental, pero a veces el calor, los cambios de vida, las preocupaciones… son factores que pueden complicar nuestro descanso. Os damos algunos consejos básicos para dormir mejor.
Seguir una rutina diaria. Debemos conseguir que nuestro cuerpo se vaya a la cama siempre a la misma hora. Acostumbrarnos a unos determinados horarios hará que nuestro organismo se acostumbre y no le resulte complicado descansar. En caso de modificar nuestra rutina, como en vacaciones, es preferible ir adelantando poco a poco la hora de acostarse, aunque también la de levantarse.
Evitar irse a la cama pensando en problemas. Irnos a dormir con nuestra mente llena de preocupaciones no nos ayudará en absoluto a conciliar el sueño. Con esto, lo único que conseguimos es que nuestro organismo permanezca en alerta, por lo que nos resultará difícil relajarnos. Podemos realizar ejercicios de respiración, imaginar ambientes agradables, relajar la musculatura tensada o hacer estiramientos.
No tomar productos que puedan llegar a excitarnos. Cuatro horas antes de acostarnos, no debemos introducir en nuestro cuerpo productos como té, café o colas, pues contienen cafeína, taurina y/o teína. Si bien estos estimulantes ayudan a despertarnos durante el día, acaban ocasionando los mismos efectos por la noche. Asimismo, deberemos evitar irnos a dormir en estado de embriaguez, pues el alcohol genera efectos directos en nuestro sistema nervioso central.
Cenar ligeramente. Por el contrario, resultan convenientes comidas como la avena, cerezas, lechuga cocida, así como alimentos ricos en vitamina B, tales como el pescado, huevos y leche. Tampoco debemos irnos a la cama con una sensación de hambre. Lo ideal es cenar dos horas antes de irnos a dormir.
Cuidar la cantidad ingerida de bebidas. Si bebemos mucho líquido poco antes de irnos a la cama, inevitablemente, acabaremos por levantarnos a medianoche para ir al baño, lo que interrumpirá nuestro ritmo de sueño. Debemos evitar beber demasiado antes de acostarnos con el fin de no llenar la vejiga urinaria.
Intentar no realizar en la cama actividades que distraigan. Debemos intentar no leer un libro o ver la televisión metidos en la cama. Bien es cierto que a muchas personas les ayuda a conciliar el sueño, pero es aconsejable realizar estas actividades sentados en una butaca o sofá. Así, intentaremos educar a nuestro organismo para que sepa que cuando nos metemos en la cama llega el momento de dormir.
Si el calor supone un gran problema, crea un ambiente fresco. Evita que el calor se concentre en la habitación que vas a dormir. Mantén aireada esa habitación para que el ambiente que se respire a la hora de dormir sea agradable y nada sofocante.
Consejos: Meritxell Martí