Con las altas temperaturas instaladas entre nosotros, nos planteamos la compra de un equipo de aire acondicionado, pero… ¿Cuál es la mejor elección? ¿Un equipo fijo o uno portátil?. Sin duda los equipos portátiles tienen una serie de ventajas para la vida actual, no solo suelen ser más económicos, sino que además permiten desplazarlos de habitación en habitación, e incluso nos permiten trasladarnos de nuestro piso en la ciudad hasta el apartamento de vacaciones.
En la actualidad, con la variedad de productos que se ofertan en el mercado, es casi imposible distinguir cual es el equipo que realmente necesitamos, grandes, pequeños, fijos o portátiles… A pesar de que cada uno tiene sus ventajas, quizá los portátiles nos proporcionan una mayor comodidad al no requerir instalación y permitirnos desplazarlos allí donde necesitemos disfrutar de la refrigeración.
Aparte del tamaño, a la hora de elegir, hay que tener en cuenta su clasificación energética (siempre para ahorrar electricidad la mejor es la clase A), la capacidad de refrigeración, si lo queremos sólo de aire frio o con bomba de calor, su nivel sonoro (sobre 34Db suelen ser bastante silenciosos), si cuenta o no con deshumidificador contra el exceso de humedad y si se pueden programar de forma automática las horas de funcionamiento.
Esta flexibilidad de uso, junto con sus grandes prestaciones, hacen de los portátiles una opción muy recomendable para muchos, ya que además cada vez son más eficientes, respetuosos con el medio ambiente, más silenciosos y garantizan el máximo nivel de confort.
El funcionamiento de todos los portátiles se basa en la evacuación de aire caliente a través de un tubo que se conecta con el exterior de la casa, a través de una ventana, por lo que la estética de la fachada no se ve afectada. Y no debemos olvidar, que al no requerir instalación, los portátiles resultan mucho más cómodos (sólo lo enchufas y disfrutas de ellos) y suelen ser más económicos.
Información e imágenes: Olimpia Splendid