Esta semana estamos haciendo un repaso por todas las estancias, de la mano del color amarillo y de todo lo que este nos puede aportar. Ya hemos pasado por la cocina y el dormitorio, y hoy nos toca el salón.
En esta estancia es quizá en la que más mesura se debe tener con ese color, ya que a priori se trata de un tono brillante que tiene la capacidad de estimular, y teniendo en cuanta que es una estancia dedicada principalmente al relax, si nos excedemos en su uso, podemos llegar a conseguir el efecto contrario.
Por esa razón, suele utilizarse solo en pequeños detalles, pinceladas de color que sin embargo y por la excesiva carga lumínica de este color, destacan excepcionalmente por encima del resto de la decoración, sea del color sea.
Los más atrevidos pueden utilizarlo en el color de las paredes, y optar por muebles en maderas naturales que produzcan contrastes. De esta manera conseguiremos ambientes modernos y actuales, pero también resultará una combinación cromática muy adecuada para salones de estilo rústico y colonial.
El uso del color amarillo en los complementos textiles siempre es una apuesta sobre seguro, ya que no requieren de un elevado compromiso de permanencia, y podremos cambiarlos y moverlos siempre que queramos.
Pero además el amarillo tiene la capacidad de adaptarse a cualquier espacio o estilo de decoración, y podemos encontrarlo en ambientes de todo tipo.
Desde los espacios más clásicos, con estampados de estilo retro, hasta en los salones más actuales, con tejidos lisos y en volúmenes vanguardistas.
Fotografías: BoConcept, Pifferrer, Ebanis, Portobello, KA Internacional, Porada
Mañana haremos nuestra última parada, en el baño.
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