El salón es una estancia de recreo, esa que utilizamos cuando ya hemos acabado con todo lo demás. Nos reunimos para ver una película, nos sentamos en el sofá después de comer a disfrutar del café, nos relajamos con un libro…
Por esa razón, el color azul como otro cualquiera debe utilizarse con cierta mesura.
Podemos aplicarlo sobre una base neutra, en complementos, accesorios, decoración textil…
Si optamos por utilizarlo en el acabado de los muebles, es preferible hacerlo solamente en algunos, como vitrinas o aparadores.
En ambientes especialmente sofisticados, los acabados brillantes y satinados en los muebles, serán la guinda que complete el estilismo.
El color azul es una apuesta segura en ambientes de estilo clásico y provenzal.
Este color se engloba dentro de las tonalidades frías, y para aportar calidez a la estancia en la que lo hayamos utilizado, podemos contrastarlo con tonos cálidos como el naranja o el rojo.
los lacados brillantes son la mejor opción para estancias de estilo moderno y vanguardista.
El azul también nos deparará sorpresas en el cuarto de baño…
Fotografías: Tonincasa, Kibuc, Demodá, Harlequín, Alf
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