Al ver las imágenes de este dormitorio decorado en color turquesa sobre una base de color blanco, me ha venido a la memoria un artículo en el que hablábamos de la influencia griega en la decoración, ¿os acordáis?
El color azul es un color frío, y precisamente por eso refrescante y muy adecuado para usar en verano, en viviendas orientadas al sur, o si buscamos con el que la sensación visual de un espacio sea de un lugar refrigerado.
El contraste con el blanco hace además que sea un espacio muy luminoso, ya que el blanco refleja la luz y la multiplica, y la influencia del azul sobre el blanco también hace que la luz que éste desprende, tenga una tendencia más fría.
Fotografías: Ikea