Cuando cambia la estación y la climatología, las cosas más apetecibles se tornan en algo completamente distinto.
En el dormitorio, pasamos de sabanas blancas y colores suaves y pasteles, a una explosión de color que viste de primavera nuestra habitación.
Los colores primaverales llegan en sus versiones más intensas. El rosa deja de lado su versión pastel y se cuela en nuestra casa con su traje más vibrante, el fucsia.
El amarillo entra en el dormitorio haciendo un homenaje al sol, y luce sobre nuestra cama como protagonista indiscutible de la habitación.
Los azules cobran protagonismo en esta estación, ya que al tratarse de un color frío no es aconsejable para todas las viviendas durante el invierno. En verano es una apuesta segura.
Y como no podía faltar en primavera es el color verde, porque el es el encargado de decirnos que esta estación ya está aquí.
Fotografías: Zara Home
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Publicado el: 13-04-2010