Pinturas ecológicas para renovar la casa
Tener conciencia medioambiental no es sólo separar la basura en cuatro bolsas. Se trata de realizar cada gesto de la vida cotidiana de modo que tenga el menor impacto posible sobre nuestro hábitat. Así es que si estás pensando en renovar la pintura de tu casa y presumes de ecologista, no te fijes sólo en el color o el precio. Piensa en la pintura ecológica como una opción respetuosa con la naturaleza y con las personas que te ofrece los mismos resultados –o mejores- que la tradicional.
Las pinturas ecológicas son la alternativa limpia hacia el medioambiente y saludable hacia las personas a los productos con disolventes y otros compuestos orgánicos volátiles (COV) que se liberan a la atmósfera contaminándola. Integran su composición materias primas naturales de origen vengetal o mineral, que en ningún caso proceden del petróleo. Aceites y resinas naturales, cera de abejas, látex, óxido de hierro son algunas de las materias utilizadas en las pinturas ecológicas.
Frente a las repetidas ventajas de las pinturas plásticas, las pinturas naturales tienen muchos puntos a su favor, a menudo desconocidos, entre ellos que son transpirables e ignífugas.
La primera característica, la transpirabilidad, que podría parecer poco ventajosa en locales húmedos, es, sin embargo, la que permite expulsar el vapor de agua hacia el exterior evitando su condensación y los temidos desconchones típicos de cocinas y baños, así como de habitaciones donde la humedad campa a sus anchas.
El hecho de que sean ignífugas es una característica importante en caso de incendio, ya que el producto no expulsará gases que exacerben la intensidad del fuego.
La etiqueta ecológica europea Ecolab es la que distingue a estos productos del resto. Busca la flor, que es su símbolo, en los envases. Este etiquetado garantiza que los criterios de sostenibilidad del producto se han estudiado en todas sus fases, tanto en su producción como en su utilización y su eliminación como residuo. También garantiza que las pinturas ecológicas no contienen metales pesados ni sustancias (en general, benceno, formaldehido y tolueno) que puedan resultar cancerígenas.
Entre las pinturas (incluso las ecológicas), las hay que llevan más o menos compuestos orgánicos volátiles (menos de un 5 por ciento se considera ‘libre de COV’). Por ejemplo, las pinturas claras incorporan menos sustancias perjudiciales que las intensas, las mates que las que tienen acabado brillante…
Las pinturas ecológicas son, además, seguras para los niños y toleradas por personas alérgicas, lo que añade aún más ventajas a su uso. Hay que tener en cuenta que las pinturas siguen expulsando vapores a la atmósfera durante semanas e incluso meses después de secarse, y que son muchos los estudios que las han relacionado con nerviosismo y agitación, dolores de cabeza, pico de ojos, nariz y garganta, e incluso problemas de salud más serios.
Ya sabes, cuando toque pintar de nuevo, no lo olvides; ¡pinturas ecológicas!
