El restaurante Barton, situado en un chaflán del barrio del Ensanche representa una propuesta diferente y novedosa dentro del escenario de la restauración barcelonesa. Ofrece una atmosfera relajada e informal propia de una taberna, acompañada de una oferta gastronómica de tapas, raciones y Raw Food.
De su reforma se encargó el estudio de interiorismo de Ysabel López Vilalta, de quien ya os hemos mostrado otros proyectos como el OhBo Organic Café o la Oleoteca Ses Escoles.
El conjunto conserva rasgos identitarios de una auténtica taberna, como la calidez de la madera vieja recuperada, el mármol, el almacén a la vista y la gran barra.
A partir de un espacio distribuido por la arquitecto Magüi González, el espacio se estructura en tres franjas paralelas a la fachada: banco corrido con mesas, barra y almacén a la vista. Se ha proyectado cada franja con un estilo diferente, de más moderno a más tradicional. De esta forma se ha conseguido plantear la relación entre lo nuevo frente a lo antiguo.
Las dos paredes perpendiculares de la fachada y el techo se plantean más homogéneas y menos protagonistas. Estas se han tapizado con fieltro incorporando aislamiento acústico, para aumentar el confort sonoro, puesto que la pared que da a la calle al ser toda de vidrio genera mucha reverberación.
Barton funciona como un gran escaparate, gracias a la gran vidriera y la altura que tiene. Por eso se han planteado unas lámparas muy volátiles y de grandes dimensiones diseñadas por Arik Levy suspendidas del techo, llenando el espacio, pero permitiendo la transparencia. Los almohadones aportan un punto de color al restaurante y actúan como un reclamo a la gente que pasea por la calle. La cocina abierta a la sala a través de una estantería/celosía que aporta profundidad al local y permiten una relación constante entre los cocineros y el personal de sala, consiguiendo una atmósfera de trabajo fluida y confortable.
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Publicado el: 08-05-2015